Había oído, sobre todo a la gente más mayor, decir eso de tuve dos hijos y un aborto o tuve cinco embarazos pero fueron tres hijos y dos abortos y yo me preguntaba siempre que para qué los contarían si total al final no habían nacido e ilusa de mí pensaba que eso ni dolía.
Pues bien, hoy en día sí puedo decir que duele, que duele y mucho, física y mentalmente. Y más siendo un niño deseado. Habrá mil casos y mil historias pero yo os voy a contar mi experiencia.
Toda la que sea mamá, sabe que desde el minuto uno ya se le quiere, ya le hablas y ya te acaricias la barriga como si le acariciaras a él el pelo. Enseñé a Marta a que me diera besitos en la barriga, la pobre mía como es tan pequeña sigue haciéndolo. Algo bueno de que se llevaran tan poco es que al menos no le tengo que dar ninguna explicación de que de momento no va a tener hermanit@.
Ya estaba de 9 semanas e íbamos a la primera cita con la matrona. Suerte que tiene ecógrafo y nos disponíamos a verlo por primera vez. Estábamos nerviosos porque aparte de ser la primera vez que lo veríamos, pensábamos que podrían ser dos, ya que mi madre es melliza y mi suegro gemelo y teníamos papeletas por las dos partes.
Al ver la cara de la matrona ya sabía que pasaba algo. No había latido fetal y nos mandó a urgencias del materno donde me dijeron lo mismo. Me mandaron a casa sin ningún tipo de esperanza.Volví dos veces más a urgencias porque ya empecé a manchar. Después de estar mareándome diciéndome todo tipo de tonterías como que el embrión había crecido (sin tener latido) o como que tenía que respetar los tiempos y volver cuando me habían dicho (que era al día siguiente a primera hora, osea como diez horas más tarde y estaba ya manchando como una regla), pasé la experiencia más desagradable de mi vida en mi casa, no voy a dar detalles pero dolió como un parto y dolió como un puño en el corazón.
Esta vez en urgencias me atendió una médico adjunta que inmediatamente me ingresó. Lo peor es que aún no había echado todo y al día siguiente después de tenerme 26 horas sin comer, pasé por quirófano, anestesia general y legrado. Después de dos días ingresada por fin pude darle un buen achuchón a Marta. Creo que mucho de esto se pudo haber evitado si desde la primera visita a urgencias me hubiesen ingresado y hecho todo y no tener que vivir lo que viví en mi casa.
Pero bueno, ya pasó todo, ahora ya recuperándome y esperemos que dentro de poco podamos dar de nuevo una buena noticia. Como dice el refrán mujer legrada mujer preñada ¡a ver si es verdad!.
Ah por cierto, sí, eran dos, venían gemelos.
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