Ella aún no lo sabe, pero esos dientes se le caerán y vendrá un ratoncito a recogerlos para cambiárselos por una monedita, según como esté de limpio será una moneda más grande o más pequeña.
Marta tiene en su habitación la puerta mágica del ratoncito Pérez. La compré en la tienda de decoración Belssia que está en la C/ Menacho.
Ahora venden muchas por internet de mil formas y colores pero a mí me gusta esta puerta porque están hechas por trabajadores con discapacidad intelectual de la fundación de Carmen Pardo-Valcarce. Además viene con un cuento ilustrado de 22 páginas impreso en papel 100% reciclado y con un mapa para ir apuntando los dientes que se les van cayendo.
¿Y dónde guardamos los dientes? Debajo de la almohada está claro, pero no lo vamos a poner por ahí suelto que se pierda, ¿no?, tranquilos, que tengo la solución, además made in Badajoz.
Ya os hablaré largo y tendido del Rincón de mis tesoros
(http://elrincondemistesoros.blogspot.com.es) en otra entrada que haga porque es para dedicarle una a ella sóla porque hace cada cosa que cuando la veáis vais a querer comprarle todo y además, están súper bien de precio. Bueno a lo que iba, que me pongo a hablar de cosas bonitas y me lío. Paky, que así se llama la artista, hace unos ratoncitos guardadientes preciosos, ideal para regalar a los más peques.
¡¡¡¡¡Decidme que no son preciosos por favor!!!!!! Mucho estoy tardando en hacerle otro encarguito...
Aún podemos poner más ilusión a éste acontecimiento escribiéndole una carta al ratoncito Pérez e incluso ponerle algún trocito de queso y un vaso de leche.
En este enlace tenéis un recortable divertido http://demo.kinton.es/sslm2/a-nuestras-bloggers/erase-una-vez-un-ratoncito/#prettyPhoto[mediabox]/2/.
Y por qué no, también los papis, ups, digo... el ratón Pérez puede responderle...
Yo por el momento me quedo disfrutando de cómo le crecen a Marta sus primeros dientes, que para todo ésto aún nos queda un poquito...